miércoles, 14 de diciembre de 2011

Corresponsalía cultural para Radio Nacional de Uruguay domingo 13 de noviembre 2011


Las expresiones más sinceras y sutiles van dejando huella, van entramando lo que a ratos se nos insinúa como precario, tiene detalles que nos ofrendan armonía, ritmo, composición. Todo de modo particularmente intuitivo y visceral. Veo caer el telón de la versión 31 de la FILSA, en ella la danza, la diablada orureña puso notas coloridas y formidables, demostrando la reserva que se tiene en aquellas tierras. Las reservas libertarias y emotivas. La habitación boliviana en esta casa de trenes y de espectáculos no mostró todo lo que podía, tal vez no fue necesario, tal vez era suficiente con esto, al final, los secretos son sólo para el oído, las cosas se debelan en un escanciar lento, prudente. Vamos lento, despacio, porque vamos lejos parece rezar a lo lejos Bolivia.
Dos paquidermísticos edificios son los que alberga la nota de esta fecha: la introducida Estación Mapocho que alberga la FILSA 2011 y nuevamente el GAM. En éste se presenta la cuarta versión del Festival Vertientes. Trece piezas, ocho de las cuales se presenta en GAM y las otra en distintos lugares de Santiago: Centro Cultural Espacio Matta, en La Granja; en el Zócalo de la Municipalidad de Recoleta, y en la Plaza Nuñoa, es éste festival una interesante apuesta, es por ello, tal vez, que vemos a  Betania González y Pablo Zamorano miembros de Compañía de Danza de Papel siendo parte de Turbo, la primera  o dirigiendo Deuda el segundo, ambas participaciones ejecutadas en otros proyectos paralelos de estos interpretes. Esta vitrina se me presenta como un laboratorio contemporáneo a la vez que un taller de alquimista iniciado. Trocan sus búsquedas con el cuerpo por hallazgos definitivos. Van desde la intervención urbana hasta la intimidad de una sala. Se logran hallazgo personales y por sobretodo encuentro con los espectadores.
Por su parte la bella estructura de fierro forjado deja de albergar hoy la FILSA, nos abandonan los diablos y sus bolivias, nos abandonas las historias contadas sobre los aguayos, nos abandonan con deudas que, de seguro, saldaremos en su tierra. La ausencia de poetas fue notable, me refiero a poetas bolivianos, y tantos que sé que existen: Humberto Quino, por ejemplo, o el joven Sergio Gareca, sólo por nombrar dos de los que me son más cercanos. Tan sólo supe de Marcia Mogro y Emma Villazón, residentes en Chile que junto a Jessica Freudenthal, desde Bolivia, nos brindaron sus textos en un recital poético. También me enteré de la fugaz visita de Homero Carvalho.  Plural Editores pudo habernos agasajado con sus cuidadas ediciones de poesía, se le extrañó, a las ediciones de poesía, porque Plural asistió con numerosos libros en torno a la contingencia boliviana y latinoamericana, pero como bien dije antes, ya saldaremos cuentas con las tierras altas. Se despide la feria con la presentación del último tomo de las Obras completas & algo+ de Nicanor Parra y el recital poético Cuatro flores y un florero. Donde participarán Teresa Calderón, Lila Díaz Calderón, Yazmín Fawaz, Lila Calderón y Alfredo Lavergne; organizanizada por la Sociedad de Escritores de Chile.  Se despide el evento literario más importante del país y nos quedamos con la poesía que pudo haberse suspendido en Le GareMapocho.

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